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viernes, 31 de diciembre de 2010

Revisando la música y los videos de APHEX TWIN

Hola. Estuve navegando por la internet, bajando algunas canciones , viendo videos musicales y algunos cortos  sobre cine , entrevistas ,y recordé a un músico que no escuchaba hace años : Aphex Twin
Richard David James, más conocido como Aphex Twin (nacido el 18 de agosto de 1971 en Irlanda) es un reconocido productor de música electrónica tocando varios estilos del Techno, Ambient, Acid, Drum and Bass...
Me gusta su trabajo musical, en general me gusta el arte que muda , que es mudable, mutable, cambiante y se reinventa, pues él es así, siempre está trabajando con la música electrónica, con computadoras  pero siempre busca y logra  cosas distintas.
Sus videos son  igualmente capturadores, explota su imagen, sobre todo su rostro colocando su cabeza(cara) en todos los personajes que salen en sus videos( niños, niñas, mujeres exhuberantes, ositos de peluche) y siempre con una sonrisa de expresión macabra, diabólica, maléfica.
A mi me gusta de hace tiempo, pero hoy recordé que me gusta (lo había olvidado), porque no tenia ningún disco ni video a la mano que me lo recordara(es que no es muy conocido por estos lares).
Uno de sus videos que me trastorna , me causa miedo de escucharlo y de verlo es el de la canción COME TO DADDY, que traduciendolo sería VEN CON PAPI. La canción repite una y otra vez con voz violenta , grave y distorsionada "quiero tu alma, me comeré tu alma, quiero tu alma, me comeré tu alma... ... ven con papi", ésta canción y video es del año 1997, cuando yo tenía 12 años escuché la canción y pude ver el video en Mtv y se imaginan lo que me afectó , sentí una especie de miedo, repulsión, pero al mismo tiempo me gustaba, fué por esa época que empecé a escuchar música muy distinta a la que escuchaban mis amiguitas de esa edad en las radios. Y ahora que he visto el video pensé que ya no me iba a sentir así, pero igual me he sentido, así cuando tenía 12 y ese señor que se hace llamar APHEX TWIN  me decía :quiero tu alma!!!!!!( y parece que en parte se la entregué)
También hay un video de la canción WINDOWLICKER, me gusta porque representa una sátira del macho conquistador, que es lo máximo con las mujeres, sabe bailar y tiene plata.Este video es muy simpático y gracioso.
Y el video de la canción VENTOLIN, tiene un sonido incómodo, estridente , agudo y duro (por lapsos suena como si un micrófono se acoplara a los parlantes y lanza ese sonido agudo e hiriente). Ventolin es la marca de una medicina(inhalador) para los asmáticos y presenta a este inhalador como si fuera algo grandioso, como una cohete, una nave espacial, un símbolo de adoración ( si le salva la vida a tanta gente, no veo porque no se le ocurrió esto), tal vez algún pariente de él sufre de esta enfermedad, no,lo sé, pero lo sospecho.

Espero disfruten de APHEX TWIN.

página web oficial http://www.drukqs.net/


símbolo de APHEX TWIN (lo usa siempre y el que conoce de él, lo reconoce por este símbolo)





Mix between Ventolin and El Acero del Partido

Window Licker (Original, Short Version)

Aphex Twin - Come to Daddy (High Quality)

miércoles, 20 de octubre de 2010

LA CALLE NOS ACOGE


Aquí la muestra pública  "PROMETEO PROMETEDOR" realizada el 13 de Octubre en el pasaje peatonal de la calle Pizarro en el centro de Trujillo- La Libertad.

gracias a todos los amgos que asistieron, a los que me apoyaron aunque no pudieron ir y a todos los peatones que se detuvieron un momento.









                                   






La Libertad se censura

En este espacio virtual exhibo una  obra  mía titulada “PROMETEO PROMETEDOR”, que no pude exponer en la muestra colectiva llamada “SER π ENTE” (serpiente) llevada a cabo el 16 de Setiembre del presente año en la Alianza Francesa de Trujillo. Mi obra fue censurada por parte de la coordinadora cultural y la directora de dicha institución en Trujillo. La razones  que presenta  la Alianza Francesa (una institución que representa a un país en que se han dado las más importantes vanguardias artísticas y estéticas desde el siglo pasado) para censurar mi trabajo es porque su institución se declara apolítica y no religiosa; aún así, esto me pareció excelente, ya que una institución que trabaja con artistas no debería tener escudos políticos ni religiosos. Pensé que esto iba a favorecerme, pero me equivoqué. Yo como artista tengo el derecho de expresarme artística-políticamente, si quiero. Es mi voz, no la de ellos. Como ellos son apolíticos yo no podía expresarme de la política, como ellos no tiene religión  yo no podía expresarme de la religión; y que, por lo tanto, mi trabajo no se podía exponer porque iba contra estos principios. Increíblemente (sutilezas, le dicen) me dieron la oportunidad de cambiar mi trabajo por otro que no sea tan directo (¿directo?); yo, obviamente, me negué (casi me caigo como Condorito: plop!). Yo discrepo totalmente con lo que me dijeron, el artista no tiene porqué compartir las ideas de la institución, ni la institución tiene tampoco por qué afectarse con ellas sólo por el hecho de querer exponer en dicha galería. Yo no creo que esta obra mía sea tan cruda como para hacerle el honor a la censura que se me dio (tengo obras que sí son crudas), y aunque así fuera, no hay derecho. He creado un personaje que idealicé y no tomo ningún símbolo explícito de algún partido político; y aunque así fuera así, tampoco se justifica dicho accionar. Y más aún estando en el departamento de La Libertad (ironías de la vida).Sé que con este escrito no voy a cambiar el accionar de determinadas instituciones que no entienden el poder liberador del arte. No busco complacer y tampoco perjudicar, simplemente no estoy de acuerdo con el trato que se me ha dado y, al decirlo y hacerlo público por este medio, espero no tener represalias. Cada uno se hace responsable de sus ideas y opiniones, yo me hago responsable de las mías.
Repito: Sólo busco hacer conocer esto para que otra vez, ojalá, en algún momento y en algún lugar, se pueda tratar de mejor manera al artista, con más fraternidad, libertad e igualdad.

Gulianna Holguín
Artista plástica

OCTUBRE DEL 2010

lunes, 18 de octubre de 2010

PROMETEO PROMETEDOR

OBRA: instalación
Título: PROMETEO PROMETEDOR
CONCEPTO:
Cuando nos acercamos a éste ambiente previo a las votaciones electorales, en las que tendremos que elegir a nuestras autoridades, ya sean distritales, regionales o presidenciales, siempre se genera un ambiente de batalla entre los candidatos.
- ¿Quién promete más?  .-  Cada candidato se encarga de crear un ideal para el ciudadano que a veces suelen ser propuestas inalcanzables a realizarse en un periodo de gobierno; pero eso es secundario, en ese momento, lo más importante es poder lograr ganar ésta batalla. 
No a la corrupción, agua para todos, orden, limpieza, seguridad completa... todas éstas frases y más, escuchamos cada campaña electoral. Cada uno nos brinda una esperanza y se presenta como un superhéroe. De ésta manera esto se convierte en un ciclo, un círculo vicioso para atrapar  nuestro voto a costa de todo.
En mi obra he creado un personaje que imita de forma irónica a un candidato X, exagerando las promesas e ideales que crea para el ciudadano. He tomado como referente a los afiches que se pegan en los postes de alumbrado y que se colocan en todo lugar público sin respeto alguno.

Artista

Gulianna Holguín Burgos





















OBRA QUE CONSTA DE 20 AFICHES -Gulianna Holguín

miércoles, 2 de junio de 2010

La Fuente.

Historieta que realicé para el segundo concurso de Maratón de historietas en Trujillo. 2010
por Gulianna Holguìn

CURRICULUM VITAE de Blanca Varela


Historieta que se puede encontrara en la última edición de LA MANCHA  comic, revista Trujillana de historietas.



por Gulianna Holguín

martes, 16 de marzo de 2010

londinenses no se conforman con solo tomar el té con galletitas


Gilbert y George, el estado más puro de lo límpido.

Gilbert & George se incide en el carácter transgresor de su obra, en su inconformismo con las ideas mayoritarias de cada época: una obra que aprovecha cualquier elemento molesto para la sociedad o el mundo del arte. Buena prueba de ello serían cuestiones como la fusión del arte y el artista; el tratamiento abierto de su íntima relación con la bebida; la plasmación de la crueldad y la violencia como elementos constitutivos de la cotidianidad social; el aprecio por otras razas; la asunción del deseo homosexual por los jóvenes y la propia desnudez; las referencias a emblemas militaristas y signos políticos extremistas, o la representación del dolor y la desdicha con toda su crudeza. Temas que han estado, y permanecen estando, en los límites de lo admisible por las mentes biempensantes de la sociedad. Una obra que nace y se desarrolla en un ambiente netamente urbano. A lo largo de su historia artística resulta llamativa la presencia constante de la ciudad de Londres. En este texto, y través de sus obras, podemos recorrer muy diferentes paisajes y paisanajes de la gran urbe. Pero su topografía no la encontraremos en ninguna guía de la ciudad. Son visiones extrañas y comprometidas de una metrópoli multicultural, imágenes de los sectores menos favorecidos y de las circunstancias o motivos menos glamurosos, pero no por ello menos londinenses. Son los escenarios urbanos que muchos no desean conocer.



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domingo, 14 de marzo de 2010

Como aprender a volar (o a creer y tener fe )

RYUNOSUKE AGUTAGAWA (1892-1927)Escritor japonés. Antes de quitarse la vida, explicó fríamente las razones que lo llevaban a tal decisión y compuso una lista de suicidas históricos, en la que incluyó a Cristo. Aqui citaremos un cuento de él.

Un hombre que quería emplearse como sirviente llegó una vez a la ciudad de Osaka. No sé su verdadero nombre, lo conocían por el nombre de sirviente, Gonsuké, pues él era, después de todo, un sirviente para cualquier trabajo.
Este hombre —que nosotros llamaremos Gonsuké— fue a una agencia de colocaciones para cualquier trabajo, y dijo al empleado que estaba fumando su larga pipa de bambú:
—Por favor, señor Empleado, yo desearía ser un sennin1. ¿Tendría usted la gentileza de buscar una familia que me enseñara el secreto de serlo, mientras trabajo como sirviente?
El empleado, atónito, quedó sin habla durante un rato, por el ambicioso pedido de su cliente.
—¿No me oyó usted, señor Empleado? —dijo Gonsuké—. Yo deseo ser un sennin. ¿Quisiera usted buscar una familia que me tome de sirviente y me revele el secreto?
—Lamentamos desilusionarlo —musitó el empleado, volviendo a fumar su olvidada pipa—, pero ni una sola vez en nuestra larga carrera comercial hemos tenido que buscar un empleo para aspirantes al grado de sennin. Si usted fuera a otra agencia, quizá...
Gonsuké se le acercó más, rozándolo con sus presuntuosas rodillas, de pantalón azul, y empezó a argüir de esta manera:
—Ya, ya, señor, eso no es muy correcto. ¿Acaso no dice el cartel colocaciones para cualquier trabajo? Puesto que promete cualquier trabajo, usted debe conseguir cualquier trabajo que le pidamos. Usted está mintiendo intencionalmente, si no lo cumple.
Frente a un argumento tan razonable, el empleado no censuró el explosivo enojo:
—Puedo asegurarle, señor Forastero, que no hay ningún engaño. Todo es correcto —se apresuró a alegar el empleado—, pero si usted insiste en su extraño pedido, le rogaré que se dé otra vuelta por aquí mañana. Trataremos de conseguir lo que nos pide.
Para desentenderse, el empleado hizo esa promesa y logró, momentáneamente por lo menos, que Gonsuké se fuera. No es necesario decir, sin embargo, que no tenía la posibilidad de conseguir una casa donde pudieran enseñar a un sirviente los secretos para ser un sennin. De modo que al deshacerse del visitante, el empleado acudió a la casa de un médico vecino.
Le contó la historia del extraño cliente y le preguntó ansiosamente:
—Doctor, ¿qué familia cree usted que podría hacer de este muchacho un sennin, con rapidez?
Aparentemente, la pregunta desconcertó al doctor. Quedó pensando un rato, con los brazos cruzados sobre el pecho, contemplando vagamente un gran pino del jardín. Fue la mujer del doctor, una mujer muy astuta, conocida como la Vieja Zorra, quien contestó por él al oír la historia del empleado.
—Nada más simple. Envíelo aquí. En un par de años lo haremos sennin.
—¿Lo hará usted realmente, señora? ¡Sería maravilloso! No sé cómo agradecerle su amable oferta. Pero le confieso que me di cuenta desde el comienzo que algo relaciona a un doctor con un sennin.
El empleado, que felizmente ignoraba los designios de la mujer, agradeció una y otra vez, y se alejó con gran júbilo.
Nuestro doctor lo siguió con la vista; parecía muy contrariado; luego, volviéndose hacia la mujer, le regañó malhumorado:
—Tonta, ¿te has dado cuenta de la tontería que has hecho y dicho? ¿Qué harías si el tipo empezara a quejarse algún día de que no le hemos enseñado ni una pizca de tu bendita promesa después de tantos años?
La mujer, lejos de pedirle perdón, se volvió hacia él y graznó:
—Estúpido. Mejor no te metas. Un atolondrado tan estúpidamente tonto como tú, apenas podría arañar lo suficiente en este mundo de te comeré o me comerás, para mantener alma y cuerpo unidos.
Esta frase hizo callar a su marido.
A la mañana siguiente, como había sido acordado, el empleado llevó a su rústico cliente a la casa del doctor. Como había sido criado en el campo, Gonsuké se presentó aquel día ceremoniosamente vestido con haori y hakama, quizá en honor de tan importante ocasión. Gonsuké aparentemente no se diferenciaba en manera alguna del campesino corriente: fue una pequeña sorpresa para el doctor, que esperaba ver algo inusitado en la apariencia del aspirante a sennin. El doctor lo miró con curiosidad, como a un animal exótico traído de la lejana India, y luego dijo:
—Me dijeron que usted desea ser un sennin, y yo tengo mucha curiosidad por saber quién le ha metido esa idea en la cabeza.
—Bien señor, no es mucho lo que puedo decirle —replicó Gonsuké—. Realmente fue muy simple: cuando vine por primera vez a esta ciudad y miré el gran castillo, pensé de esta, manera: que hasta nuestro gran gobernante Taiko, que vive allá, debe morir algún día; que usted puede vivir suntuosamente, pero aun así volverá al polvo como el resto de nosotros. En resumidas cuentas, que toda nuestra vida es un sueño pasajero... justamente lo que sentía en ese instante.
—Entonces —prontamente la Vieja Zorra se introdujo en la conversación—, ¿haría usted cualquier cosa con tal de ser un sennin?
—Sí, señora, con tal de serlo.
—Muy bien. Entonces usted vivirá aquí y trabajará para nosotros durante veinte años a partir de hoy y, al término del plazo, será el feliz poseedor del secreto.
—¿Es verdad, señora? Le quedaré muy agradecido.
—Pero —añadió ella—, de aquí a veinte años usted no recibirá de nosotros ni un centavo de sueldo. ¿De acuerdo?
-Sí, señora. Gracias, señora. Estoy de acuerdo en todo.
De esta manera empezaron a transcurrir los veinte años que pasó Gonsuké al servicio del doctor. Gonsuké acarreaba agua del pozo, cortaba la leña, preparaba las comidas y hacía todo el fregado y el barrido. Pero esto no era todo, tenía que seguir al doctor en sus visitas, cargando en sus espaldas el gran botiquín. Ni siquiera por todo este trabajo Gonsuké pidió un solo centavo. En verdad, en todo el Japón, no se hubiera encontrado mejor sirviente por menos sueldo.
Pasaron por fin los veinte años y Gonsuké, vestido otra vez ceremoniosamente con su almidonado haori como la primera vez que lo vieron, se presentó ante los dueños de casa.
Les expresó su agradecimiento por todas las bondades recibidas durante los pasados veinte años.
—Y ahora, señor —prosiguió Gonsuké—. ¿quisieran ustedes enseñarme hoy, como lo prometieron hace veinte años, cómo se llega a ser sennin y alcanzar juventud eterna e inmortalidad?
—Y ahora ¿qué hacemos? —suspiró el doctor al oír el pedido. Después de haberlo hecho trabajar durante veinte largos años por nada, ¿cómo podría en nombre de la humanidad decir ahora a su sirviente que nada sabía respecto al secreto de los sennin? El doctor se desentendió diciendo que no era él sino su mujer quien sabía los secretos.
—Usted tiene que pedirle a ella que se lo diga —concluyó el doctor y se alejó torpemente.
La mujer, sin embargo, suave e imperturbable, dijo:
—Muy bien, entonces se lo enseñaré yo, pero tenga en cuenta que usted debe hacer lo que yo le diga, por difícil que le parezca. De otra manera, nunca podría ser un sennin; y además, tendría que trabajar para nosotros otros veinte años, sin paga, de lo contrario, créame, el Dios Todopoderoso lo destruirá en el acto.
—Muy bien, señora, haré cualquier cosa por difícil que sea —contestó Gonsuké. Estaba muy contento y esperaba que ella hablara.
—Bueno —dijo ella—, entonces trepe a ese pino del jardín.
Desconociendo por completo los secretos, sus intenciones habían sido simplemente imponerle cualquier tarea imposible de cumplir para asegurarse sus servicios gratis por otros veinte años. Sin embargo, al oír la orden, Gonsuké empezó a trepar al árbol, sin vacilación.
—Más alto —le gritaba ella—, más alto, hasta la cima.
De pie en el borde de la baranda, ella erguía el cuello para ver mejor a su sirviente sobre el árbol; vio su haori flotando en lo alto, entre las ramas más altas de ese pino tan alto.
—Ahora suelte la mano derecha.
Gonsuké se aferró al pino lo más que pudo con la mano izquierda y cautelosamente dejó libre la derecha.
—Suelte también la mano izquierda.
—Ven, ven, mi buena mujer —dijo al fin su marido atisbando las alturas—. Tú sabes que si el campesino suelta la rama, caerá al suelo. Allá abajo hay una gran piedra y, tan seguro como yo soy doctor, será hombre muerto.
—En este momento no quiero ninguno de tus preciosos consejos. Déjame tranquila. ¡He! ¡Hombre! Suelte la mano izquierda. ¿Me oye?
En cuanto ella habló, Gonsuké levantó la vacilante mano izquierda. Con las dos manos fuera de la rama ¿cómo podría mantenerse sobre el árbol? Después, cuando el doctor y su mujer retomaron aliento, Gonsuké, y su haori se divisaron desprendidos de la rama, y luego... y luego... Pero ¿qué es eso? ¡Gonsuké se detuvo! ¡se detuvo! en medio del aire, en vez de caer como un ladrillo, y allá arriba quedó, en plena luz del mediodía, suspendido como una marioneta.
—Les estoy agradecido a los dos, desde lo más profundo de mi corazón. Ustedes me han hecho un sennin —dijo Gonsuké desde lo alto.
Se le vio hacerles una respetuosa reverencia y luego comenzó a subir cada vez más alto, dando suaves pasos en el cielo azul, hasta transformarse en un puntito y desaparecer entre las nubes.

Ryunosuke Agutagawa

1 Según la tradición china, el Sennin es un ermitaño sagrado que vive en el corazón de una montaña, y que tiene poderes mágicos como el de volar cuando quiere y disfrutar de una extrema longevidad.